sábado, 16 de abril de 2011

Años 1945 con mis abuelos

Con mis abuelos en las Cunas a temporadas cuando era pequeña. Se hacía la matanza para Navidad y otra en Enero. Las morcillas y butifarras se cocían en la caldera de cobre, se dejaban secar, y a la horza con manteca y también los chorizos. La pasta para todo esto se hacía en lebrillos grandes y los huesos se salaban para el cocido. El pan también lo hacían en casa. Se ponían de acuerdo con los vecinos para encender el horno y aprovechar todos ese día. Cuando se molía el trigo, luego se cernía en la artesa con el ceazo. Lo amasaban en la artesa y lo dejaban reposar tapado. Y cuando se les daba forma a los panes otra vez a reposar en la tabla y al horno. No teníamos luz eléctrica y nos alumbrabamos con quinqué y candil de aceite. Teníamos dos chimeneas para calentarnos, lo que es ahora un fuego a tierra, y con leña nos calentaba la casa. No teníamos agua potable, había que sacarla del pozo y se guardaba en grandes tinajas. Teníamos árboles y un huerto además de la tierra. Téníamos mulas, burras, cerdos, cabras para la leche y gallinas que nos hacían huevos, conejos y pollos para comer, solo nos faltaba el pescado que pasaba la pescatera cada semana. No habían las comodidades de ahora pero se añora aquella vida tan tranquila. Lo que tenía un vecino lo daba a los otros, todo lo compartían en mi barriada de Las Cunas, donde nací. La pena no poder estar allí, pues a los 3 años me trajeron a Barcelona, que viví bien y ahora en Ripoll también, pero añoro los años que pasé con mis abuelos.

sábado, 9 de abril de 2011

El campo en los años 40

Cuando pasaba temporadas con mis abuelos en Las Cunas con el carro de baras íbamos al campo a sembrar. Entonces se sembraba con arado y dos mulas. Luego, cuando lo sembrado estaba a punto había que sembrar, se cogía la mies en el carro y se llevaba a la era. Allí se estiraba la parba, se trillaba y se revolvía unas pocas veces. Cuando estaba casi molida se aventaba aprovechando el aire, y aprovechando el aire se separaba el grano de la paja, se llevaba al granero y la paja al pajar. La paja se guardaba por la noches porque el polvo picaba, pero era divertido porque se juntaban los vecinos a ayudar.


En setiembre cogíamos el maíz y más o menos el mismo trabajo. Se quitaba el grano de la mazorca a mano o con una pequeña máquina.

En verano cogíamos sandías y melones. A últimos de agosto se sembraban patatas que se recogían en enero y se hacía la matanza y a esperar la siega otra vez.

Hoy en día, la máquina segadora lo hace todo, en pocas horas siega, hecha el grano por un lado y la paja por otro. Se ahorran muchos jornales, pero aunque se trabajaba mucho creo que para la salud era mejor y había más puestos de trabajo. Mi abuelo siempre se ayudaba con los vecinos, se repartían todo el trabajo. Para segar una fanega de tierra se tardaba según el número de gente días, y ahora la máquina en pocas horas hace un montón de fanegas.